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“Todos sonreímos en el mismo idioma”

Resolvemos las dudas más comunes entre nuestros clientes, sin tecnicismos ni complicaciones.

Implantología y periodoncia

El Dr. Chávarri está especializado en Regeneraciones Óseas y tiene amplia experiencia en el manejo de injertos óseos y plasma rico en factores de crecimiento para conseguir la recuperación de un buen nivel de masa ósea de calidad.

Prácticamente todos estos casos complejos pueden ser tratados con regeneraciones óseas consiguiendo un aumento dimensional tanto vertical como horizontalmente mediante injertos sintéticos (fosfato tricálcico o hidroxiapatita), xenoinjertos (bovino, porcino o equino), aloinjertos (procedentes de cadáver humano) o autoinjertos (propios del paciente).

Durante la intervención el paciente no tiene por qué sentir ningún dolor, gracias a las técnicas de anestesia local, posteriormente se administrará una pauta de medicación analgésica y antiinflamatoria para ayudar a controlar las molestias postoperatorias que pueden aparecer en las horas y días posteriores.

Es habitual que los pacientes, una vez finalizada la intervención, queden sorprendidos, ya que, esperaban que sería un tratamiento más largo y molesto.

La vida media de un implante es sumamente variable, dependiendo de varios factores como la calidad del implante y la prótesis dental colocadas, las características óseas de los maxilares y de la responsabilidad en los cuidados higiénicos del propio paciente.

Según los últimos estudios, el 90% de los implantes colocados hace diez años mantienen actualmente su funcionalidad, superando los 20 años en el 80% de los casos.

Por lo tanto, se trata de un tratamiento altamente fiable, que siempre y cuando sea realizado en manos de profesionales, tiene altos índices de supervivencia a largo plazo. Sin embargo es fundamental el compromiso del paciente en acudir a las revisiones y citas de mantenimiento, así como en seguir las pautas de higiene correctas para evitar la periimplantitis.

Los implantes están fabricados con titanio quirúrgico, biocompatible, bioinerte y estable con los tejidos orales, por tanto, las posibilidades de que se produzca una reacción alérgica son muy improbables (menores del 0,1%).

En los casos en los que exista una reacción alérgica a alguno de los componentes de los implantes dentales, siempre hay alternativas como los implantes de zirconio.

  1. Los dientes contiguos se inclinan hacia el hueco del o de los dientes ausentes, lo cual favorece que restos de comida se queden atrapados entre los contactos interdentales abiertos y así aumentan las posibilidades de aparición de caries. Además estas inclinaciones pueden provocar alteraciones en los contactos habituales con los dientes antagonistas y acabar afectando a la vitalidad del nervio dental.
  2.  Alteraciones fonéticas, masticatorias y digestivas.
  3. Afectará tanto a la estética de nuestra sonrisa como a la facial, ya que puede producirse el hundimiento del labio y/o de los carrillos y afectar a la armonía de la cara.
  4. Los dientes antagonistas se extruyen hacia el hueco intentando buscar el contacto perdido y aumentan su movilidad, incluso dándose casos de pérdida del diente.
  5. Impacto directo de la comida sobre la encía que puede llegar a desgastar la mucosa gingival.
  6. Los pacientes tienden a comer por el lado que no tienen huecos, provocando una sobrecarga y desgaste dental mayor en ese lado.
  7. Con el paso de los años se va perdiendo hueso en la zona edéntula y cada vez se hace más complicada la colocación de un implante sin
    recurrir a la regeneración ósea.

El tiempo medio aproximado es de tres meses desde que se realiza la cirugía para colocar los implantes hasta que se rehabilita con la prótesis dental. Sin embargo hay ocasiones en las que hay que esperar entre 6 y 9 meses, como ocurre en los casos de regeneraciones óseas, o bien podemos colocar una prótesis inmediata en el mismo día de la cirugía si las características del caso lo permiten.

Endodoncia

En la mayoría de los casos puede realizarse en una sola sesión, sin embargo hay casos en los que por la complejidad de la endodoncia o por las características de la lesión infecciosa a tratar hay que realizarlas en varias sesiones.

Es el tratamiento idóneo para resolver este problema, la infección es debida a la existencia de contaminación bacteriana en la pulpa dental. Con la endodoncia se elimina la pulpa que está enferma de manera irreversible y se consigue la desinfección de los conductos del diente, siendo éste el único tratamiento que puede eliminar la infección existente.

Los dientes endodonciados no se rompen ni son más frágiles debido a la endodoncia. Lo que sucede es que, a menudo, aquellos en los que se realiza una endodoncia tienen una gran destrucción coronal del diente provocada en la mayoría de los casos por caries.

En los casos de dientes posteriores (premolares y molares), puede ser conveniente tras una endodoncia proteger la corona del diente mediante reconstrucciones que permitan un recubrimiento cuspídeo, tipo onlays o coronas de recubrimiento completo.

Sólo se producen estas alteraciones de color cuando existen restos de material de obturación de la endodoncia ocupando la cámara pulpar, así como en dientes que han sufrido un traumatismo. De un modo u otro si tratamos la causa y realizamos un blanqueamiento del diente, éste recuperará su color original de forma sencilla.

El éxito de los tratamientos endodónticos es de un 95% aproximadamente, a pesar de ello, en algunas ocasiones las endodoncias fracasan y es en estos casos cuando tenemos que recurrir a realizar una reendodoncia. La reendodoncia tiene el objetivo de mejorar el primer tratamiento de conductos realizado y su tasa de éxito es de un 85%.

Si la reendodoncia también fracasa, antes de recurrir a los implantes, tenemos la opción de realizar una apicectomía, que es un tratamiento quirúrgico que elimina directamente el extremo de la raíz dental y la lesión circundante.

Odontopediatría

Es totalmente falso, el calcio necesario para la formación de los dientes u otros órganos del bebé proviene de la alimentación balanceada por parte de la madre, nunca de sus dientes. Es cierto que durante el embarazo debido a las alteraciones hormonales aumente el riesgo de sufrir inflamación gingival. Por otro lado si se produce un aumento de caries esta únicamente relacionado con el aumento de ingesta de azúcares y la falta de una higiene adecuada.

No necesariamente. La leche materna, por el hecho de tener lactosa, es cariogénica como el resto de azúcares que se ingieren en la dieta. Sin embargo, hemos de recordar que el factor principal para la aparición de caries precoz es, aparte de la ingesta de azúcares, la falta de limpieza de los dientes sin seguir los protocolos establecidos.

Por ello, si la lactancia materna es a demanda durante la noche, y además, la madre no limpia los dientes de su bebé después de la toma, el bebé tiene muchas más probabilidades de desarrollar caries.

Se trata de una creencia bastante extendida pero es falsa, la caries es una enfermedad crónica causada por los ácidos provenientes de la bacterias orales tras metabolizar los azúcares de la dieta, por lo que está altamente relacionada con malos hábitos en la dieta y la falta de higiene oral.

La caries sin embargo es una enfermedad contagios por lo que para evitar la transmisión de bacterias de tu boca (en especial si has tenido alto índice de caries) a la de tus hijos, evita: compartir utensilios con tu bebé (cucharas, cepillos dentales); limpiar el chupete con tu saliva; darle besos en la boca o soplar directamente sobre su comida para enfriarla.

  1. Los estudios demuestran que una boca sana en la infancia está relacionada con un buena salud oral en la edad adulta, el niño tiene que adquirir pautas tanto de higiene como de alimentación adecuadas desde los primeros estadios de vida.
  2. Si existe una infección en los dientes de leche, los dientes permanentes que se encuentran justo por debajo, se pueden ver afectados.
  3. Los dientes de leche sirven para que el niño mastique bien, hable correctamente y para mantener el lugar adecuado a los dientes permanentes que están por erupcionar.
  4. Además, una sonrisa sana ayuda en el desarrollo de su autoestima.

Antes de la erupción de los dientes de leche se recomienda masajear sus encías con una gasa limpia humedecida en agua.

Una vez hayan salido los primeros dientes de leche, la limpieza con pasta dental es obligatoria. Utilizar una pasta con 1450 partes por millón (ppm) de flúor en cantidad “grano de arroz”, al menos tres veces al día.

A partir de la erupción de las muelas de leche (18-24 meses) hay que introducir el hilo dental en la rutina de higiene oral para limpiar correctamente las zonas de contacto entre los dientes, al menos cada noche.

Recuerda que los niños hasta los 7-8 años no tienen la habilidad suficiente para realizar una higiene bucal eficaz solos, por lo que es responsabilidad de los padres o los cuidadores supervisar y repasar el cepillado.

Es muy importante hacer revisiones semestrales con el dentista, ya que, cada niño tiene que ser valorado de forma individual pudiendo ser necesario potenciar las pautas de higiene con colutorios o barnices dentales.

Idealmente, antes de su primer cumpleaños y, como muy tarde con la erupción del primer diente.

Es importante ir al dentista para que te enseñe las herramientas de las que dispones para intentar que tu hijo nunca padezca caries dental y así no tener que tratarlo.

Odontología estética y conservadora

Es una creencia falsa pero muy extendida debido al aumento de sensibilidad dental durante el tratamiento de blanqueamiento.

Sin embargo, el esmalte permanece intacto, ya que, el peróxido (principal componente del blanqueamiento) actúa a nivel de la dentina (capa de tejido dental que se encuentra debajo del esmalte).

Durante el tratamiento si puede aparecer cierta sensibilidad, pero siguiendo las pautas adecuadas por parte del profesional, ésta debe de ser mínima, y por supuesto una vez terminado el tratamiento esta sensibilidad desaparece completamente.

Siempre hay que hacer un estudio previo de cada caso, para informar al paciente de cual es el resultado que se puede alcanzar dependiendo de sus características de color iniciales.

Con una buena higiene y estando libre de caries y/o enfermedad periodontal cualquier persona puede ser candidata a un blanqueamiento dental.

Desafortunadamente no sabemos cual va a ser el tono máximo al que se va a llegar cada caso, pero siempre se va a mejorar de forma muy notable la estética dental tras este tratamiento.

El tono conseguido dependerá tanto de factores genéticos (color de la dentina del que partimos) como de factores externos, como por ejemplo si el paciente es fumador o si toma regularmente vino, café, té u otros alimento que producen manchas en los dientes.

Existen manchas extrínseca como las producidas por el tabaco y la alimentación que se eliminan de forma sencilla con una profilaxis dental antes del blanqueamiento.

En los casos en los que los dientes presentan alteraciones de color por fluorosis, síndrome del insivo-molar o a consecuencia de medicamentos como las tetraciclinas, se puede mejorar el resultado, pero puede que sea necesario combinar el blanqueamiento con otras técnicas como la colocarión de carillas o coronas dentales.

No duele, solo se siente una sensibilidad que desaparece en 48-72 horas, como máximo, desde que se realiza.

Antes y después del blanqueamiento se le da al paciente unas pautas alimenticias y productos desensibilizantes para que la sensibilidad dental sea mínima.

El blanqueamiento dental puede durar años, aunque depende totalmente del paciente y de los hábitos alimenticios y la higiene bucal que lleve. Normalmente dura menos en personas que fuman o beben café, té o vino tinto de manera habitual.

Si quieres mantener el blanqueamiento obtenido en tus dientes, es fundamental acudir a las revisiones anuales y así valorar si es necesario hacer alguna sesión extra.

La principal diferencia es que las carilla de porcelana se realizan en un laboratorio y posteriormente se cementan sobre el diente, necesitando de este modo más de una cita. Por su lado, las carilla de composite se realizan en la consulta dental con una resina especial a base de capas que van dando la forma y el tamaño deseado a los dientes, por lo que pueden realizarse en una sola cita.

Las carillas de porcelana pueden durar intactas y sin necesidad de mantenimiento entre 15 y 20 años, mientras que las de composite a los 3 años, si no es antes, necesitan realizar un mantenimiento por parte del dentista. Otro factor importante es que las carillas de composite puede reparar de forma sencilla y rápida, pero son más susceptibles a fracturas, desgastes o alteraciones de color en comparación a las de porcelana.

La elección de un material u otro, dependerá básicamente de la situación inicial, la estructura dental remanente y el grado de cambio, tanto de color, forma o tamaño que deseamos realizar.

Dependerá de las características de cada caso, de cómo estén posicionados los dientes a tratar y en algunas ocasiones de grado de discoloración que presentan.

Aunque en condiciones muy favorables sí es posible realizar un tallado mínimo o prácticamente nulo, es imprescindible hacer un estudio previo con fotografías, diseño de sonrisa por ordenador y encerados diagnósticos para determinar exactamente cuánto hay que tallar el diente.

El bruxismo es una actividad inconsciente e involuntaria caracterizada por rechinar y/o apretar los dientes durante el día o, más frecuentemente, mientras dormimos, siendo la principal causa desencadenante el estrés laboral o emocional.

Actualmente no tiene una cura específica, los tratamientos buscan prevenir y paliar el daño orofacial, con una intervención multidisciplinar por parte de odontólogos y fisioterapeutas.

No podemos asegurar al 100% que exista transmisión genética de padres a hijos, pero lo que sí se ha demostrado es que hay personas que tienen una mayor predisposición a tener periodontitis que otras.

Lo que sí está demostrado es que la enfermedad periodontal está relacionada directamente con la inadecuada higiene oral además de otros factores como el tabaco, el estrés, las enfermedades sistémicas como la diabetes, una bajada de defensas o los cambio hormonales, que por ejemplo suceden durante el embarazo o con el consumo de ciertos medicamentos.

Tanto la técnica de cepillado eléctrica como la manual nos van a permitir alcanzar una higiene óptima en la cavidad oral, pero tanto en un caso como en otro hay que saber realizar correctamente la técnica y dedicarle un tiempo mínimo.

Es muy importante en este punto la labor divulgativa de la higienistas dentales, ya que, dependiendo de las necesidades individuales recomendarán e instruirán al paciente en una técnica u otra.

De forma genérica no debemos olvidar, que para elegir un cepillo dental las cerdas siempre tienen que ser de nylon, de dureza suave y cabezal pequeño para poder llegar a todas las zonas de nuestra boca, y por supuesto no olvidar que es de vital importancia cambiar el cepillo cada 3 meses, aunque nos parezca que no está desgastado.

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